El elemento arquitectónico predominante de la intervención es la cubierta traslucida resuelta en acero, que funciona a manera de pérgola para filtrar la iluminación y promover el juego de sombras, en un clima tropical sumamente soleado. Para ello, se definieron dos módulos de emparrillados que varían en densidad permitiendo distintos niveles de incidencia de la luz natural.

De forma lúdica y para generar cierto dinamismo, se planteó la disposición de sus módulos de celosías a manera de damero, generando una retícula cinética. Esta estructura sirve de base al segundo nivel de protección que requiere la lluvia a través de un vidrio. 

La presencia de la cubierta, la configuración del mobiliario y la dotación de servicios promueve la diferenciación de tres zonas: terraza descubierta, bar y kitchenette. La mezcla de patrones y tonos entre la madera y la estructura blanca, otorga una imagen dinámica y contemporánea, además de un integración agradable con el entorno.