Con el objetivo de sensibilizar a la sociedad sobre el cese del fuego y la no violencia, la Asamblea General de las Naciones Unidas celebra cada 21 de septiembre el Día Internacional de la Paz para “conmemorar y fortalecer los ideales de paz en cada nación”. En Venezuela, producto de un esfuerzo compartido entre la ONG Somos Posible y el Sistema de Naciones Unidas se creó el programa Échale Color, un conjunto de intervenciones comunitarias y artísticas que se desarrollaron en sectores vulnerables de la ciudad de Caracas entre el año 2011 y el 2015.
Las intervenciones se diseñaron a partir de su carácter efímero, con recursos muy limitados en lo monetario, cantidad de materiales y tiempo de ejecución, pero con un gran punto a favor: la intervención de más de 100 voluntarios en cada una de las ediciones. Desde la visión de la arquitectura, se plantearon diseños que conformasen un patrón, capaz de desdibujar los límites entre las viviendas para establecer una continuidad visual, que generara un punto focal y de diferenciación en entornos que carecen de mobiliario urbano, vegetación, aceras, rampas o escaleras bien construidas.
Más allá del resultado gráfico obtenido, el aporte principal de Échale Color fue el reforzamiento del tejido social de los vecinos de las comunidades, así como la ruptura de la cotidianidad durante los fines de semana que se ejecutaron. Sus valores trascienden espacio y tiempo, se registran en la memoria colectiva, el autoestima y develan la capacidad del trabajo en grupo.
Estatus
Ejecutada 2015
Alianza
Somos Posible + Corimón Pinturas
Date
2015
Diseñadores
Gustavo Jiménez, Eduardo Izaguirre y Edgardo Rojas
Un gran agradecimiento a todos lo voluntarios que ejecutaron las intervenciones.
Ubicación: Calle Unión y Calle de Los Mangos, Sector Santa Cruz del Este, Municipio Baruta. Caracas
Fecha de proyecto y ejecución: 2015
Se propuso crear un patrón dinámico conformado por polígonos inclinados contrapuestos que varían en tonos verdes, azules, amarillos y rojos. Se establecieron ocho sectores de trabajo, en los que el diseño del patrón permitió simplificar la ejecución por parte de los voluntarios y residentes para que la intervención se ejecutara de forma orgánica y sin contratiempos. Se logró un resultado plástico llamativo gracias a los colaboradores guiados por arquitectos y diseñadores, que ayudaron a mantener la calidad en la ejecución, a pesar del entorno fragmentado y la baja calidad de las superficies a pintar.