Con el objetivo de sensibilizar a la sociedad sobre el cese del fuego y la no violencia, la Asamblea General de las Naciones Unidas celebra cada 21 de septiembre el Día Internacional de la Paz para “conmemorar y fortalecer los ideales de paz en cada nación”. En Venezuela, producto de un esfuerzo compartido entre la ONG Somos Posible y el Sistema de Naciones Unidas se creó el programa Échale Color, un conjunto de intervenciones comunitarias y artísticas que se desarrollaron en sectores vulnerables de la ciudad de Caracas entre el año 2011 y el 2015.
Las intervenciones se diseñaron a partir de su carácter efímero, con recursos muy limitados en lo monetario, cantidad de materiales y tiempo de ejecución, pero con un gran punto a favor: la intervención de más de 100 voluntarios en cada una de las ediciones. Desde la visión de la arquitectura, se plantearon diseños que conformasen un patrón, capaz de desdibujar los límites entre las viviendas para establecer una continuidad visual, que generara un punto focal y de diferenciación en entornos que carecen de mobiliario urbano, vegetación, aceras, rampas o escaleras bien construidas.
Más allá del resultado gráfico obtenido, el aporte principal de Échale Color fue el reforzamiento del tejido social de los vecinos de las comunidades, así como la ruptura de la cotidianidad durante los fines de semana que se ejecutaron. Sus valores trascienden espacio y tiempo, se registran en la memoria colectiva, el autoestima y develan la capacidad del trabajo en grupo.
Estatus
Ejecutada 2012
Alianza
Somos Posible + Corimón Pinturas
Date
2012
Diseñadores
Gustavo Jiménez, Eduardo Izaguirre y Edgardo Rojas
Un gran agradecimiento a todos lo voluntarios que ejecutaron las intervenciones.
Ubicación: Municipio Sucre, Caracas
Fecha de proyecto y ejecución: Agosto 2012
Fue el primer Échale Color realizado por VODO Arquitectos en conjunto con Somos Posible y Corimón Pinturas, por lo tanto, significó un reto para el equipo asumir una intervención urbana y artística que debía ser ejecutada por 177 voluntarios y vecinos, en un entorno urbano denso en en cual las superficies para pintar eran irregulares y poco uniformes.
La propuesta se configura a partir de bandas horizontales de diversos tonos, entre las que se crearon algunas de color negro que resaltan la longitudinalidad de las calles y la perspectiva, su sencillez buscaba permitir una versatilidad al momento de su ejecución y mantener una imagen contemporánea y dinámica. En total se pintaron 1.080mts2 a lo largo de la Calle El Rosario y en un espacio de encuentro comunitario ubicado al final de la vía.